¿Qué es la pediatría?

La pediatría es la especialidad que se ocupa del cuidado de los niños, desde el nacimiento hasta la adolescencia. Su principal objetivo es prevenir, diagnosticar y tratar las enfermedades y condiciones propias de estas etapas de la vida.

Los pediatras no solo se encargan de tratar enfermedades, sino también de guiar a los padres en temas clave como la nutrición, las vacunas o el desarrollo emocional de los pequeños, apoyando su crecimiento y bienestar de manera integral.

¿Qué estudia la pediatría?

La pediatría abarca el desarrollo natural de los niños, la prevención de enfermedades y el tratamiento de patologías propias de la infancia. Además, esta especialidad incluye subespecialidades que permiten abordar problemas específicos. Algunas de las más destacadas son:

• Pediatría general: se enfoca en las revisiones del niño sano, el calendario de vacunación y el tratamiento de patologías leves.
• Neonatología: cuida a los bebés prematuros o con problemas graves de salud durante las primeras semanas de vida, colaborando con otros especialistas en las unidades de cuidados intensivos neonatales (UCIN).
• Cuidados intensivos pediátricos: se centra en el cuidado de niños y adolescentes con enfermedades graves o en estado crítico.
• Pediatría del desarrollo y del comportamiento: diagnostica y maneja trastornos como el autismo y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

Además, existen ramas pediátricas equivalentes a especialidades médicas para adultos, como la neuropediatría (trastornos neurológicos), la dermatología pediátrica (problemas de piel), la nefrología pediátrica (enfermedades renales), entre otras.

¿A qué pacientes está dirigida?

La pediatría se ocupa de la salud y el bienestar de los niños y adolescentes en su conjunto, desde el diagnóstico y tratamiento de enfermedades comunes hasta el apoyo en su desarrollo emocional. Trabaja en equipo con otras disciplinas para asegurar una atención completa y adaptada a cada etapa de la vida infantil.

Métodos y tecnologías para el diagnóstico y tratamiento

En pediatría se utilizan diversos métodos para evaluar la salud de los niños, monitorizar su desarrollo y diagnosticar posibles problemas. Entre los más comunes se encuentran:

• Historia clínica y examen físico: una evaluación completa para entender los síntomas y antecedentes del niño.
• Pruebas de laboratorio: análisis de sangre, orina y otros fluidos para detectar infecciones o problemas orgánicos.
• Pruebas de imagen: como radiografías, ecografías o resonancias magnéticas, para visualizar estructuras internas y detectar anomalías.
• Ecocardiografía: para evaluar el corazón y detectar posibles problemas congénitos.

Además, se realizan otros procedimientos como la vacunación, oxigenoterapia o la colocación de sondas vesicales cuando es necesario.